Son conocidas las profecías de Juan Pablo II, de mediados de la década de 1980, sobre la caída del Muro de Berlín y la desintegración de la URSS, que se cumplieron.
...Con otra profecía que relató en 2017 Monseñor Mauro Longhi, un sacerdote que estuvo una década al servicio de la Congregación para el Clero.
Monseñor Longhi, aun siendo seminarista acompañaba a Juan Pablo II en sus excursiones para esquiar en las montañas de la provincia de L’Aquila.
En el año 1992 Juan Pablo II le comentó que había tenido una visión profética sobre Europa.
Contó que el ex pontífice previó una herida mortal a la Iglesia en el tercer milenio.
Juan Pablo II había tenido una visión profética de una invasión islamista a Europa.
El Papa le dijo,
“Díselo a aquellos a quienes vas a encontrar en la Iglesia del tercer milenio.
Veo a la Iglesia afligida por una herida mortal.
Más profunda, más dolorosa que las de este milenio”, refiriéndose al comunismo y al totalitarismo nazi.
“Ellos invadirán Europa.
He visto a las hordas venir a Occidente, y luego le contó cada país uno por uno: de Marruecos, Libia, Egipto, y así sucesivamente hacia el Este”.
Y añadió, “van a invadir Europa, Europa será como un sótano, viejas reliquias, sombras, telarañas, reliquias familiares.
Ustedes, la Iglesia del tercer milenio, deben contener la invasión.
No con los ejércitos, los ejércitos no serán suficientes, sino con su fe, viviéndola con integridad”.
Juan Pablo II no fue conocido por el enfrentamiento con tal religión, sino por el contrario, por promover el diálogo interreligioso, convirtiéndose en el primer Papa en poner pie en una mezquita en 2001.
Pero aún sin animosidad hizo hace 5 décadas esta profecía.
Y ahora vayamos a la realidad actual.
Lo cierto es que occidente está sufriendo desde hace un par de décadas la ofensiva de una ola de migrantes masiva proveniente de las zonas en que ellos lideran.
Que se parece a una invasión para colonizar el continente, con el método de la hijra, que han usado en forma exitosa a lo largo de su historia.
El 75% de los migrantes que llegan son hombres jóvenes, no familias, y algunos llegan con abultadas sumas de dinero.
Estos inmigrantes en su mayoría no se integran a las sociedades europeas, y viven en zonas llamadas “no go», donde no llega la legislación del país, sino que se aplica su ley.
Y en muchos de estos barrios incluso la policía no puede entrar.
Entre ellos además hay mucho más desempleo que entre los autóctonos, lo que aviva el descontento.
Y por eso son frecuentes los disturbios.
Y además esto ha traído una nueva ola de antisemitismo.
Ahora, esto no es una migración normal de refugiados por la guerra o por hambrunas.
Es muy similar a un hijra, que significa la conquista de un territorio mediante la migración masiva.
Ellos conquistaron así La Meca en el año 630, Jerusalén en el 638 y Constantinopla en 1453.
La conquista de Jerusalén llevó al final del cristianismo como la religión dominante en Tierra Santa.
Y lo mismo que terminó el Imperio Bizantino cristiano, con la caída de Constantinopla.
Y de acuerdo con profecías en la parte del mudo que lideran, la conquista de Roma será la última hijra.
Hay una antigua creencia de que el cristianismo, y específicamente, la Iglesia Católica, es el principal obstáculo que impide que dominen a toda la humanidad.
Por lo tanto, la conquista de Roma y su bandera sobre la Basílica de San Pedro, significarían la destrucción efectiva de la Iglesia Católica en todo el mundo, y su sustitución por ellos.
Y coincidentemente, a principios del siglo XX, la gran mística francesa María Julia Jahenny profetizó una invasión de Europa por una alianza de seguidores de esta religión y rusos.
En primer lugar, la emigración residente en Europa haría un pacto con partidos de izquierda, generarían muchos disturbios y levantamientos y tomarían el poder en la mayoría de los países.
Y luego promulgarían leyes anticristianas, incluso llegando a prohibir el cristianismo por un lapso breve.
En segundo lugar los rusos harían un pacto con los de medio oriente en lucha contra Israel y Rusia invadiría Europa desde el oeste, mientras ellos la invadirían desde el sur, desde África, cruzando el Mediterráneo.
Y contarían con el apoyo de las comunidades suyas que viven en Europa.
Mientras Estados Unidos, miembro de la OTAN no intervendría, y María Julia no dice por qué razón.
Según María Julia esta será una guerra atroz, su bandera ondeará sobre el Vaticano y los rusos tirarán bombas nucleares sobre Francia.
Pero al final surgirán en Francia y en España grandes reyes que los expulsarán y será coronado en Roma el Papa Angélico.
Y con esto se inaugurará la Era de Paz, con ellos ya convertidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario