Así como en el Antiguo testamento se le dió al pueblo judío el maná en el desierto cuando se quejó de lo bien que comían en Egipto (después de haber visto milagros impresionantes, como por ejemplo abrirse el mar delante de ellos y sucumbir todo el ejercito que le perseguía en ese mismo mar cerrándose detrás de ellos), así mismo Jesús se estableció como el nuevo pan de vida para sus seguidores, conceptuados desde entonces como cristianos, siendo realmente gentiles, judíos, y de la raza , condición, o credo que sea si cumple los mandamientos del Amor Universal y Divino.
En efecto, SER CRISTIANO no quiere decir leer la biblia, aunque sea maravillosa, verdadera y recomendable, quiere decir que cumple con los mandamientos que Él dió a la humanidad en cuanto a AMAR A DIOS sobre todas las cosas, de todo corazón, con todo el alma y toda la mente, y en cuanto a otro mandamiento semejante: AMAR AL PRÓJIMO como a ti mismo, esto es respetarlo en cualquier situación, porque Dios está en el prójimo, y porque tú eres lo mismo que el prójimo. Estos dos comprenden los 10 mandamientos escritos por Moisés en las tablas.
Aquellos mandamientos del A.T. se le dieron al pueblo como a un pueblo bruto que se debe de reconducir por railes de disciplina.
Es como al niño al cual su padre le enseña que para cruzar la carretera hay que hacerlo por el paso de peatones. El niño no se planteará que se puede cruzar por otro lado.
Cómo esos elefantes que nacen atados y creen de mayores que siguen sin poder romper la cadena que les mantiene atados.
Aquel niño, luego, cuando es mayor y ha aprendido más cosas, cuando es de noche y no hay nada de tráfico, cruza por dónde mejor conviene. Esto es debido a que ya estás disciplinado y sabes manejar las situaciones respetando a los demás, has asimilado cierta bondad, y esos mandamientos entonces salen solos. Porque cuando haya coches, irás a cruzar la carretera por el paso de peatones, porque llevas dentro asimilada la armonía.
Así es, que la Eucaristía, siendo el milagro de milagros que por la bendición de unas manos consagradas por unción trasmitida (como nos enseña Efesios, 1:22, Efesios, 3:10 y Tim, 3:14, dónde se establece a la Iglesia cuerpo de Cristo, como el instrumento que manifiesta la sabiduría de Dios, incluida su tradicción —no otra cosa, ni incluso La Biblia sin desmerecerla por supuesto, pues está implicita en la propia Iglesia— de hecho es la depositaria de la FE, por eso mismo es "la que manifiesta a Principados y Potestades la multiforme sabiduría de Dios" según Pablo) se convierte en el cuerpo [y la sangre] de Jesús y siendo el mismo Jesús el sacerdote que oficia (y eso aunque el sacerdote presente que oficie sea un tremendo pecador, ya que eso es cosa entre él y Dios, pero su ofensa no hipoteca a todo el pueblo), tiene una connotación tremenda, y es que ni los ángeles disfrutan de Dios como alimento.
Esto que puede parecer algo normal y que la mayoría de la humanidad pasa por alto, es muy valorado cuando se pasa al otro lado, cuando ya es tarde, de ahí la importancia de ser consciente a este lado y aprovechar el tiempo.
Y te puedes preguntar: ¿Entonces los de otras religiones, o que creen en Dios pero no están adscritos a la religión católica se perderán?
Pues mire usted, depende. Jesús no es la misma Eucaristía pero se presenta en ella debido a la Fé de los reunidos, por eso hasta el Diablo lo sabe y hace perrerías con la ostias consagradas.
La Eucaristía no salva. Ni ir a misa.
Todo lo que Dios juzgará es cuánto y cómo amó; es decir lo que amó, lo que habló, qué tipo de fé era la suya la cual se ve en sus obras, si le creyó a Él o no, haciéndolo mentiroso, u obedeció, si es que no le salía ya todo eso naturalmente de su ser.
En eso pasa como en el ejemplo anterior del niño o el adulto al cruzar la carretera; y los mandamientos de Moisés o Jesús.
Todos pueden alimentarse espiritualmente de Dios, y si encima CREES que lo puede hacer físicamente ya ni te cuento, entonces ESO ES PARA TI, aunque también puedes bendecir un pan en tu casa al reunirse celebrándolo.
Si no comulgas pero crees en Dios te puedes salvar, un jñani [en sánscrito] se salva, sin duda claro que sí, es pura conciencia [consciente de LO QUE ES].
Las religiones son ayudas al desarrollo del hombre, son como muletas para andar el Camino, no hay separación entre Dios y el hombre, se ora al que está dentro y fuera, el Señor está por encima de todo encasillamiento limitante, es infinito, no se puede abarcar, es mucho más que una religión, que una sola religión y que me perdonen los católicos, con los que comulgo :) si se les rompen los esquemas, pero si están leyendo esto... es porque ya es hora de que se les rompan.
Dios se dió, se da y se seguirá dando, y es para todo el que lo quiera, y se da de muchas otras formas que quizá ni estás, o ni estamos, considerando.
La Euscaristía puede ser un nuevo maná, lo que nutre como la propia Palabra es un alimento, un pan de vida que fortalece, pero ojo no es la Salvación, la Salvación es Jesucristo y todo lo que Él implica, esto es CREERLE y CONFESARLO como dice el libro de Romanos, bien con una oración de reconocimiento de quien es tú Señor, o con el CREDO católico, lo que importa a Dios es el corazón.
Saben que algunos hermanos cristianos se repudian entre sí?, es una pena, solo tendrían que tener todos en cuenta que las ideas de separación no vienen de Dios y que la Bilbia, esa que todos consideran SANTA, viene de la IGLESIA CATÓLICA, por tanto no se le puede luego vilipendiar diciendo que es una cueva de demonios, aunque en breve lo será si no lo es ya, pero eso es porque entró la masonería no porque el Papa no sea la cabeza de la Iglesia por tradiccón apostólica (sea como sea, y guste o no está puesto por Dios para una cosa o para otra). Cuando esa secta que se ha colado ahí, ponga en su lugar al falso profeta elegido no canónicamente, entonces muchos reconocerán muchas cosas.
Si puedes ver a Dios aquí, allí y allá... genial; y dónde no lo veas mira bien, que también está aunque no se manifieste, o no le dejen manifestarse.
Hay que pedir discernimiento, no seguir los consejos de los hombres sino los de Dios.
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